Hay mujeres a las que les encanta el rol de cuidadoras, de madres, de amas de casa.
En mi opinión esas mujeres son como el pegamento que mantiene a la familia sana, productiva y unida.
Una familia es un ladrillo en el edificio que llamamos sociedad.
Me molesta cuando algunas mujeres atacan a otras mujeres y les dicen que se puede o no hacer, que te hace más o menos feminista y defensora de los derechos de la mujer. Algunas llegan a sentirse superiores por tener más poder adquisitivo aunque su familia, sus relaciones personales se estén cayendo a pedazos.
Pues en mi opinión la respuesta no está en decirle a una mujer que ser ama de casa es malo, la solución está en reconocer su trabajo legalmente, amparar y valorar el aporte de esa persona a la sociedad. Hay que darle una pensión, darle derechos por ser trabajadora, porque una ama de casa trabaja.
Y sí, existen personas vagas, que hacen su trabajo a medias, de mala gana o mal, pero hay otras que persiguen la excelencia. ¿Acaso no hay de esas personas en todos los trabajos?
El tema es encasillar a todas las mujeres en un rol. Cada mujer debe tener el derecho de elegir si tener una familia o no, si dedicarse a pleno a ella o no. La mujer debe tener derecho a desarrollarse intelectual y profesionalmente. Algunas mujeres elegirán sus carreras, otras harán malabares para hacer ambas cosas y por ende trabajarán la mitad del tiempo en casa y la otra mitad fuera de ella. Lo que no es justo es que recaiga en la mujer todo el trabajo de casa y la educación de los hijos ya que esto le impedirá desarrollarse en otras areas.
Las mujeres serían más felices si todo su trabajo fuera valorado legalmente, ¡todo!
Cada familia tendrá su dinámica y cada mujer su vocación. Lo importante es que se valore lo que hace.
Ninguna mujer ni hombre te puede decir que ser madre ama de casa tiene menos valor que salir a trabajar en una oficina.
Creo que para aquellas que tuvieron un colapso o una enfermedad y se vieron imposibilitadas por unas semanas de hacer su trabajo en casa está clarísimo que cuando se deja de hacer ese trabajo invisible por una semana la calidad de la vida de la familia empeora, todos lo sufren.
Me pregunto cuando se será más objetivo en cuanto a las remuneraciones y la valoración del aporte a la sociedad de las mujeres. Ya no basta con que tu familia lo valore, es necesario que se reconozca legalmente. ¿Cómo? Pues para empezar con aportes para la jubilación de las niñeras y servicio doméstico dentro y fuera del hogar, proporcionar una mutua, un sindicato como se hace con los panaderos o empleados de comercio, una protección contra el paro, accceso a educación gratuita en horarios que les convengan, etc…
Aquí en Inglaterra a las madres se les realizan aportes para la jubulación estatal mientras sus hijos dependan de ella. Algunas familias incluso reciben ayuda por hijo dependiendo de su nivel adquisitivo.
Creo que el mundo tiene que cambiar, el trabajo de madre ama de casa, cuidadora dentro y fuera del hogar tiene que tener el prestigio que se merece.
Claro que es un trabajo cualificado, no cualquiera lo hace a estándares elevados pero en muchos casos el desgano viene por la infravaloración, las personas que se dedican a esto cambiarían de actitud si se las reconociera y apoyara más. A veces lo que necesitan es sentir que pueden elegir.