Para poder ser una persona de paz debemos estar bien por dentro, contentos.
No encargarse de las necesidades de uno mismo solo trae enfermedad.
Tienes que tener tu vida para luego compartila con otros, no dejar tu vida para que otros vivan la suya.
«Este egoísmo consiste en hacer algo que nos gusta hacer y que, además, aporta ganancias para otras personas. Somos altruistas porque hacer cosas buenas nos hace sentir bien. Es propio de una persona empática, que sin dejar de buscar su bienestar, procura que al alcanzarlo no afecte a otros de manera negativa. «
‘Estoy pensando que tú estás pensando que yo estoy pensando que no quiero ir a la fiesta, pero en realidad sí quiero ir.’
¿Cómo hacemos para adivinar lo que el otro está pensando que estamos pensando?
Teoría de la Mente:
A veces, ese hábito de leer la mente te juega en contra:
«El principal error en la comunicación de las personas, es la tendencia a la interpretación o suposición de lo que el otro dice. Dándole un significado más allá de lo expresado y basado en las emociones y creencias del que escucha.»
Claves para recordar más y mejor
«Cuidando tu estilo de vida y realizando ciertas prácticas habitualmente, tu memoria mejorará. Los avances en neurociencia de los últimos años lo avalan.»
Hay personas que creen que el mundo les debe, con esa gente tú siempre estás en deuda pero ellos no deben nada.
«Dame dame, dame!» Pero no esperes nada de mí!
«Ayúdame sino me enojo!» Pero yo no pienso ayudarte, te tienes que valer por ti mismo.
«Comparte conmigo!» Pero no pidas que yo haga lo mismo.
Los egoístas generalmente encuentran justo lo que necesitaban, a personas que creen que nunca es suficiente con lo que dan, que podrían dar aún más. A esos se los llama ‘empáticos y altruistas’. Si estos ‘empaths’ se encuentran con alguien que es un pozo sin fondo, que jamás agradece o aprecia su demostración de afecto, se terminarán agotando emocionalmente.
A veces, estos acreedores de deudas imaginadas, encuentran a ‘mendigos de cariño’ que hacen todo lo que pueden para lograr agradar a la demás y ser queridos.
«Si hago todo esto por ti, si te doy todo lo que creo que necesitas, me amarás?»- piensan los mendigos de amor, que seguramente hayan crecido en un ambiente en el cual tenían que suplicar que los amen y desarrollaron un mecanismo: dar y hacer de forma ilimitada, aún por aquellos que los desprecian o ignoran.
Estás dando tu tiempo, amor y energía vital a la gente correcta?
Las relaciones sanas son un ida y vuelta.
«No mendigues amor a quien no tiene tiempo para ti, a quien solo piensa en sí mismo. No lo hagas nunca. No te merece quien te hace sentir invisible e insignificante con su indiferencia. Te merece quien con su atención te hace sentir importante y presente.»
«La aceptación te inclina a la acción, como ya hemos dicho, es reconocer que las cosas son como son en el momento presente y, esa actitud te hace comprometerte con tu propia vida, con las cosas que sí puedes hacer.
Mindful eating se puede resumir en tres puntos, básicamente es ser conscientes de:
1- Qué comemos y como lo preparamos
Nuestra relación con la comida de ese día comienza cuando vamos a comprar los ingredientes, planeamos los platos que vamos a cocinar y nos sentimos entusiasmados, anticipando el placer que nos causará consumirlos.
Si ponemos en nuestro carrito de la compra ‘chatarra’ o metemos productos sin pararnos a pensar- de forma automática, no estaremos siendo plenamente conscientes.
Luego disponemos de un tiempo para preparar los alimentos, usando técnicas de cocción que nos den como resultado un plato sano y apetitoso. Por ejemplo: Elegimos hacer los vegetales al vapor o comerlos crudos para aprovechar al máximo sus vitaminas. No freímos el pescado porque sabemos que las frituras no nos hacen nada bien, sino que lo hacemos al horno. Cuidamos la presentación del plato, lo llenamos elementos de varios colores, texturas, sabores y olores. Al final, todo entra por los sentidos y cuando mas estímulos más placentera la experiencia.
2- Cómo lo comemos
Decidimos la hora a la cual se comerá y formamos una rutina que se respetará casi todos los días del año. Se aprenden estrategias para enfrentar situaciones como cumpleaños o fiestas, para no excederse.
Nos sentamos a comer, apagamos todo lo que distraiga la tele, los teléfonos o la radio. Centramos nuestra atención completamente en cada bocado que nos llevamos a la boca, lo saboreamos, lo disfrutamos, hacemos que la experiencia dure y que nuestro cuerpo pueda tener la calma necesaria para digerir esos alimentos y aprovechar los nutrientes al máximo.
No se habla de temas controversiales, no se pelea en la mesa. Se evitan las situaciones que nos cortan la digestión. No sólo hay que ingerir sino digerir, no lo olvidemos.
Hacemos del momento de comer un ritual en el que somos plenamente conscientes de lo que metemos en nuestro cuerpo y como es recibido. De esta forma evitaremos malestares digestivos y problemas de absorción, lo cual dará como resultado un cuerpo – mente sanos y llenos de energía para enfrentar el día.
3- Por qué lo comemos
Es importante respetar las horas de las comidas y no pasarse todo el día comiendo, metiéndose cosas en la boca cada 5 minutos. Tampoco es bueno olvidarse de comer en el día y compensar comiendo en exceso a la noche. Se debe evitar llegar al punto de hambruna porque luego nada te saciará y comerás mucho más de lo que deberías sintiéndote muy descompuesto.
Primero, creo que hay que empezar un diario en el cual anotes cada cosa que te metes a la boca, cuándo lo haces, en que situación te encontrabas, a que hora, que era lo que comiste… Así, podrás analizar la razón que te lleva a comer:
Comes por ansiedad? Por qué estas ansioso? Hay algún disparador como por ejemplo : estar con gente y no tener tema de conversación o sentirse menos que los demás o tener ganas de estar en otro lado y verse forzado a estar con gente que no te interesa?
Quizás simplemente hay un nivel de ansiedad alto desde el comienzo y usas la comida para canalizarlo. Qué es lo que te tiene tan revolucionado? Puedes encontrar una forma de bajar esos niveles de reactividad y calmar tu mente, por ejemplo: con meditación?
Comes por aburrimiento? Por qué te cuesta tanto soportar períodos de menor actividad? Te cuesta estar contigo mismo? No te gusta el silencio? Te cuesta encontrar cosas para hacer porque normalmente tu vida entera gira en torno a una actividad única y te olvidaste de todo lo demás? Puedes incrementar tu tolerancia al aburrimiento sin caer en el teléfono u otra forma de canalizarla que pueden ser perjuciales para ti?
A lo mejor hace falta cambiar de percepción de lo que es estar divertido, descubrir o redescubrir el mundo como si fueras un peque al que todo le resulta nuevo y entretenido -así sea jugar con un palito que se encontró en el piso.
Quizá necesites pasar mas tiempo en silencio, solo, aprendiendo a ver el clima mental, como está el cielo (tu mente), nublado, soleado, tormentoso… cuáles son los detonadores, puedo centrar mi atención en el pensamiento positivo número 6 que pasó por mi mente en vez del 9 que era negativo?
Qué pensamientos aparecen en tu mente cuando no está centrada en una tarea concreta que le requiera un esfuerzo intelectual fuerte?
Estás comiendo en piloto automático? Comes por tristeza? Usas la comida para calmarte?
Comes porque estás adicto a la comida? Es la comida tu obsesión, es decir pasas demasiado tiempo pensando en ella? Te cuesta controlar los impulsos aun sabiendo que las consecuencias no te gustan? Por qué ese nivel de impulsividad que no puedes frenar? Por qué la comida cobra más importancia que lo demás y te distrae de la conversación, de lo gracioso y divertido de la fiesta? Es comer todo el tiempo un hábito y te cuesta cambiarlo?
Simplemente ser conscientes de lo que hacemos, lo que pasa por nuestra mente y contemplar la posibilidad de no actuar sin pensar, hace una gran diferencia. Quizás, observarte desde afuera te ayude a asumir que estas eligiendo cosas que te hacen mal (chatarra: azúcar, cafeína, grasa, frituras…), que estás comiendo todo el tiempo, o obsesionada con la comida o reemplazando una adicción con otra, vas pasando de la tele al teléfono y cuando lo apagas.. a la comida…..
Mindfulness te ayuda a centrar tu atención en la comida, disfrutando de la compra de los ingredientes, de la cocción de los mismos y al final de la experiencia de sentarse a la mesa con un plato estéticamente agradable que estimulará todos nuestros sentidos. También te ayuda a escuchar a tu cuerpo cuando te dice: ya es suficiente comida, no comas más, no tengo hambre, o por el contrario: tengo hambre, aliméntame de algo fresco y nutritivo. Además, te amas y amas a los demás a través de la comida que preparas y comes, te das lo mejor y en la cantidad adecuada. Puedes cambiar de hábitos y mejorar tu relación con la comida.
Al ser consciente de por qué comes, puedes elegir tratar esa obsesión, adicción, ansiedad, descontento de otra manera, enfrentas de lleno la causa, la raíz del problema no el síntoma.
Vale la pena compartirlo 